Áreas Protegidas

Generalidades

Las Áreas Protegidas en Honduras son espacios tanto terrestres como marinos, establecidos legalmente debido a su valor natural, cultural y ecosistémico, así como por su importancia en la provisión de bienes y servicios ecosistémicos esenciales para la vida humana. Estos espacios son gestionados y conservados a través de la colaboración de diversas partes interesadas, incluyendo comunidades locales, pueblos indígenas, afrohondureños, organizaciones no gubernamentales, municipalidades y el gobierno central.

Las áreas protegidas ocupan un lugar central en los esfuerzos de conservación de la naturaleza y los servicios ecosistémicos que nos sustentan. No solo protegen la biodiversidad única y los ecosistemas delicados, sino que también juegan un papel crucial en la seguridad alimentaria, el suministro de agua limpia, la investigación científica y el turismo sostenible. Además, desempeñan un papel fundamental en la mitigación de los impactos de los desastres naturales al actuar como amortiguadores naturales contra inundaciones, tormentas y otros eventos climáticos extremos.

Estadísticas

En Honduras, se encuentran distribuidas 92 áreas protegidas que abarcan 17 categorías de manejo, sumando más de 5 millones de hectáreas, lo que representa aproximadamente el 28% del territorio nacional. Estas áreas juegan un papel crucial en la vida de más de 3 millones de personas, quienes reciben beneficios directos e indirectos de los Bienes y Servicios Ecosistémicos que proporcionan, destacando especialmente el suministro de agua.

El turismo también se beneficia enormemente de estas áreas, ya que el 80% de las actividades turísticas en el país están asociadas con ellas. Además, las áreas protegidas sirven como fuentes vitales de recursos hídricos, fundamentales para el desarrollo de energías renovables y para el sustento de la biodiversidad local.

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